La vida del hombre actual se desarrolla en un ambiente con altos niveles de estrés sobre todo el que vive en las grandes ciudades. Esta situación hace que en el día a día el individuo deba soportar un gran nivel de tensión que buscará caminos de descargas a través de los diferentes sistemas de nuestro organismo.
En algunos esta tensión se descarga a través del sistema cardiovascular produciendo una serie de enfermedades de arterias y corazón. Otras veces compromete al sistema digestivo con desordenes como gastritis, ulcera, estreñimiento, colon irritable, etc.
En relación a la salud bucal el estrés aumentado provoca daño en todos los elementos que componen el sistema masticatorio y se manifestará en mayor grado en aquel componente de menor resistencia.
El estrés se hace manifiesto en el sistema masticatorio a través de cargas anormales y para funcionales que se producen como consecuencia del hábito de apretar o rechinar los dientes que se conoce como bruxismo.
En relación a los factores que se mencionan asociados al bruxismo se señalan los trastornos de sueño los cuales están muy asociados a cuadros de ansiedad. Está demostrado que la ansiedad altera la arquitectura normal del sueño lo que se traduce en que los pacientes no tienen un sueño reparador.
Relacionando el bruxismo con alteraciones en el componente sico conductual, los bruxómanos presentan un perfil psicológico que en grandes rasgos se traduce en personas con una dificultad para expresar adecuadamente sus emociones como la pena, la rabia, la frustración y otros. También se ha observado rasgos de rigidez en sus conductas por lo cual la flexibilidad frente al cambio constante que exige el mundo actual los complica y tensiona.
De todo esto se deduce que en el estrés y salud existe una condición donde las respuestas frente a las demandas aumentadas se traducen en trastornos como el bruxismo y sus consecuencias.
